Masaje Tántrico

El masaje es una experiencia de comunicación física, mental, espiritual y energética. A través del masaje una persona recibe energía, se siente contenida y querida, genera endorfinas sintiendo placer; mientras otra brinda energía y amor.

Decimos que el masaje es una relación sensual y no sexual, porque genera placer sensual (de los sentidos) a través del contacto físico sin llegar a una relación sexual genital. En la búsqueda del goce de los sentidos incluimos además el uso de aceites esenciales con fragancias (vasana), música, sonidos (naada) y mantras, y no olvidamos la importancia de los colores (varna) en nuestra vestimenta y en la habitación.
                                     
El masaje tántrico se puede dar con o sin ropa, el masajista tiene profundo conocimiento de los 49 chakras, los 107 puntos marmas y los nadis principales; y gracias a este conocimiento puede desbloquear y distribuir la energía de su compañero.

Durante el masaje tántrico, el masajista se sienta sobre su compañero para activar la energía Kundalini que yace dormida en la base de la columna vertebral, y una vez despierta esta energía, la va a dirigir en forma ascendente con movimientos suaves de sus manos, por toda la columna hasta la cabeza. A la vez masajea con movimientos de sus rodillas, los muslos y caderas de su compañero, generando una sensación de contacto y placer en todo su cuerpo.  

Esta energía Kundalini, que es reproductiva y no sexual, va a fluir desde el canal central, Sushumna Nadi, a todo el resto de los nadis, alimentando los chakras y purificando la mente.

El masaje tántrico permite un fluir parejo y bien distribuido de la energía, acercándonos a nuestra naturaleza original, llenándonos de placer y conectándonos con nuestros sentimientos más profundos. Sus beneficios, que superan el momento específico de la práctica, son la generación de endorfinas, la relajación, el desbloqueo energético y la conexión con nuestros impulsos (apertura de chakras).

Su finalidad es lograr una vida plena, en contacto  con nuestra energía creativa y transformadora, expresándonos de forma espontánea y disfrutando de cada momento realizando Prem, el amor universal, hacia el Todo y hacia todos los seres vivos y no vivos.

Por Swami YogaShakti