VENERABLE L. ARIYAWANSA NAYAKA MAHATHERA
El Budismo de la Maha Bodhi Society

Por Yogacharya Dr. Estevez Griego (Swami Maitreyananda)

Entrevista en el templo budista de Birla, New Delhi, India en la sede de la Maha Bodhi Society.

La primera vez que llegué a la India tuve la oportunidad de conocer diferentes monasterios, centros, escuelas, maestros y personajes interesantes que seguramente influyeron en mi vida, sin que me haya dado cuenta. En ese entonces sospechaba lo que quería, pero aún no lo sabía; era muy torpe, buscaba lejos de mi lo que estaba frente a mis narices. Descubrí entonces que más importante que el saber libresco, era la experiencia de la realidad misma de cada día; ella cambiaba constantemente, y lo ya escrito no sólo se transforma en algo viejo, sino que, con el eterno paso del tiempo, nada tiene que ver con la realidad. Un monje budista me regaló una enseñanza notable que llevo en mi recuerdo como una preciada joya del pensamiento; él me dijo entonces mientras tomaba té: “El Dharma (realidad última de todas las cosas), no es la verdad de cada uno; las verdades son las interpretaciones que cada uno de nosotros hace de la realidad, estos son, por así decirlo, los dramas menores o condicionantes mentales. La realidad, no obstante, en su constante cambio nos obliga a adaptarnos e integrarnos a todas las cosas, y quien se adapta a su constante cambio no sufre. No hay alma, no hay Dios, no hay nadie ni nada permanente, el universo está en constante cambio, esa es su ley”.

Ninguna universidad nos podía enseñar las prácticas de las religiones y filosofías que se realizan dentro de los monasterios que invaden la tierra por el norte o por el sur. Las enseñanzas teóricas se hacen realidad sólo si pueden ser practicadas y si estaban atesoradas en los monasterios que las cultivaban. Viví, visité, estudié en monasterios budistas, hinduistas, etc. Y comprendí que el saber libresco y académico nos genera muchas suposiciones, nos crea un mundo mental que se divorcia de la realidad, que queremos transformar a nuestro antojo.
Sin embargo, nada me dio más placer que poder estudiar sobre budismo en la Biblioteca Tibetana en Mac Cleo Ganj, en la cima de Dharamsala en los Himalayas.
Sospecho que había un potente motivo inconsciente de saber qué estaba haciendo en el mundo y recuerdo que aún creía que lo espiritual era más elevado que lo material y que lo intelectual, por su puesto; lo que, dicho de otro modo, significaba que era un gran ignorante. Solía tomar un té con jengibre; y a un yack manso por los cuernos, cada vez que estaba en mi camino, cuando me dirigía a practicar meditación con diferentes lamas tibetanos en una biblioteca cercana a un la masterio. Escribí mucho, leí demasiado y tuve el privilegio de tener una entrevista con el Dalai Lama en su residencia. Pero me faltaba una experiencia distinta, que era aquella. La otra cara de la moneda budista. Así fue que en otros viajes posteriores visité a Sarnath, en Benares, allí donde el Buda dio su primer sermón, y visité el templo de la Maha Body Society y un pequeño templo Zen, en el cual un monje japonés, el Reverendo Esho Geto, del Dharma Chakra Vihar, junto a un monje de la escuela shingón, nos dio la oportunidad de asistir a una clase realizada especialmente para nosotros. Pero fue en mi último viaje a la India cuando me trasladé con Claudia Ramírez al templo budista de Birla para encontrarme con el venerable L. Ariyawansa Nayaka Mahathera, presidente de la Maha Body Society y especie (mal llamado por mí) de Dalai Lama para los seguidores del Theravada.
El venerable L. Ariyawansa había nacido en Chitakong, hoy Bangladesh, allí donde el doctor Ambdekar hizo que millones de intocables se convirtieran masivamente del
hinduismo al budismo en 1956, marcando el resurgimiento y la refundación del budismo indio. Cuando ingresé al templo, el venerable Ariyawansa me miró con cara amable y mirada fija, y me preguntó:
- ¿Qué entiendes tú por budismo?
- El Dharma y el Ekayana”, contesté sin prisa.
Casi sin finalizar mi respuesta, volvió a preguntar con tono directo y grave:
- ¿Qué es Ekayana para ti?
A lo cual respondí:
- Que todos los vehículos, las escuelas y las enseñanzas de todos los Budas y maestros del Dharma son útiles si las puedes practicar sin importar de qué escuela vienen. El Dharma es uno, no hay theravada, mahayana, vajrayana; existe sólo el Dharma con diferentes nombres.
El venerable monje siguió sentado, sonrió ampliamente y me dijo con extremada amabilidad:
- Me gusta cómo ves el budismo, yo pienso igual. Luego tuve ese privilegio que me ha dado la vida de poder hacerle una entrevista para esta revista.

(Se transcribe aquí un pequeño diálogo entre el venerable L. Ariyawansa Nayaka Mahatera y el Maestro Estévez Griego en el templo budista de Birla, en Delhi, India)

Estévez Griego: ¿Cuántos centros de la Maha Bodhi Society existen en la India?
Venerable L. Ariyawansa: En la India, nosotros tenemos varios centros, unos 16 centros y templos. Luego hay centros en Sri Linka, Tailandia, Taiwan, Inglaterra, China, Japón.
E.G.: ¿No son pocos centros para toda la India?
V.L.A.: Sucede que antes de la independencia de la India, en 1947, no había ningún templo budista, y luego hemos tenido que construir este y otros templos en la época de Mahatma Gandhi, quien vino a inaugurarlo, gracias a las donaciones de la familia Birla. Antes de la independencia había pocos budistas en la India, a pesar de ser este el primer lugar donde se enseñó el Dharma. Los budistas, en la India, eran marginados. Luego de la construcción de estos centros y de otros centros budistas hoy ya somos más de 30 millones de budistas en la India, una cifra nada despreciable. (Luego de la revolución pacífica de Amdekar, en 1956.)
E.G.: ¿Cuál es el trabajo de la Maha Bodhi Society?
Monje: Propagar el Dharma, las enseñanzas del Buda en la India, ahimsa, no violencia, y transmitir los principios budistas. Aquí, al igual que en Europa, mucha gente se interesa ahora en el budismo.
E.G.: ¿Cuándo se fundó la Maha Bodhi Society?
Monje: Hace más de 100 años que se estableció aquí la Maha Bodhi. En 1891 fue fundada por el venerable Anagarika Dharmapala, y hemos festejado y celebrado
estos 100 años en 1991. Aprovechamos el centenario para refundar y trabajar en los lugares históricos del budismo.
E.G. ¿Cuántos monjes de la Maha Bodhi Society hay en la India?
Monje: Tenemos 50 monjes en la India.
E.G. ¿Puede decirme cuál es la principal enseñanza de Buda?
Monje: Si todo el mundo practicara los cinco preceptos del Buda, todos vivirían en paz y reinaría la unidad entre las naciones. Más que enseñar a no hacer cosas malas, es mejor enseñar cómo hacer cosas buenas. Las cuatro nobles verdades son una enseñanza muy importante de Buda para dejar de sufrir. Si uno comprende estas enseñanzas y sigue el octuple sendero, la vida es muy armoniosa.
E.G.: ¿Qué es lo importante en la meditación?
Monje: Lo único importante en la meditación es controlar nuestra mente. Lo importante es pensar qué es el Dharma y qué es adharma. Si no hay meditación no
hay budismo.
E.G.: En los diferentes monasterios y centros budistas en los que estudié, el budismo, en general, enseña que no existe el alma. ¿Podría usted darme su opinión sobre esto?
Monje: Según las enseñanzas de Buda, no hay Dios, no hay alma. Estos conceptos son tan sólo palabras como tu nombre: Fernando. Todas las cosas son impermanentes, el universo está cambiando constantemente; todo es impermanente, por eso no puede haber algo permanente como un Dios o un alma. ¿Quién ha visto realmente a Dios?; en el sufrimiento, en la pobreza, en el hambre: ¿dónde está Dios? Estos conceptos son tan sólo parte de la ignorancia humana. Todas estas palabras dieron vueltas en mi mente, como una gaviota que no se deja encerrar por quienes quieren apresar el espíritu dentro de una u otra corriente. El budismo estaba frente a mí, mirándome y diciéndome que él, con su trasfondo casi religioso, filosófico, psicológico, se transformaba constantemente en su propio interior, siguiendo la ley de la impermanencia universal. Generando una espiritualidad totalmente agnóstica, algo que lo hace totalmente diferente de las demás corrientes espirituales de nuestra historia.

El VENERABLE L. ARIYAWANSA NAYAKA MAHATHERA inició en el Budismo Theravada, Samatha y Vipasana a Swami Maitreyananda Dharmachari. Siendo su maestro del budismo originario. Maitreyananda es desde 1986 el director de la Maha Bodhi Shanga fundada por Swami Asuri Kapila en 1936 en Montevideo. Uruguay